lunes, 31 de agosto de 2020

DORMIR Y DESCANSAR ES TAN NECESARIO COMO RESPIRAR

Actualmente, tanto jóvenes como adultos no duermen las 8 horas que necesita el ser humano para reponerse. Todo esto gracias a la tecnología y a los altos niveles de estrés a los que son susceptibles muchísimas personas, y que lentamente provoca un desgaste a nivel anímico, mental y físico.

Por el contrario, aquellas personas que tienen un horario de sueño estable manejan mejor las situaciones que requieran de mucha concentración, creatividad y esfuerzo físico. Mercedes Parra Gil en el número 108 de la revista Salud y Corazón, explica que dentro de las ventajas de esta práctica se encuentran:

Incrementa la creatividad 

Cuando el cerebro está descansado y la producción de hormonas está equilibrada, la memoria funciona a la perfección. Eso hace que la imaginación sea más potente y nosotros, más creativos. 

Ayuda a perder peso 

La falta de sueño hace que los adipocitos (células grasas) liberen menos leptina, la hormona supresora del apetito. El insomnio provoca, además, que el estómago libere más ghrelina (la hormona del apetito). Ambas acciones hacen que dormir poco se asocie a la obesidad. 

Te hace estar más sano 

Nuestro sistema inmunitario emplea el tiempo de sueño para regenerarse, lo que le permite luchar con eficacia contra las toxinas y los gérmenes que de forma continua nos amenazan. Con un sistema inmunitario débil tenemos muchas menos posibilidades de superar con éxito las infecciones. 

Mejora la memoria 

Dormir fortalece las conexiones neuronales. Durante la fase REM del sueño, el hipocampo, el almacén de nuestra memoria, se restaura, transformando la memoria a corto plazo en memoria a largo plazo. En la Universidad de Hafi (Israel) lo han corroborado con los resultados de un estudio que afirma que una siesta de 90 minutos a media tarde ayuda a fijar los recuerdos y la destreza. 

Protege el corazón 

Un reciente estudio publicado en el European Heart Journal afirma que los insomnes tienen tres veces más posibilidades de sufrir una insuficiencia cardíaca que los que duermen a pierna suelta. El insomnio aumenta los niveles en sangre de las hormonas del estrés, lo que aumenta la tensión arterial y la frecuencia cardíaca. Otros estudios también ligan el insomnio a tener el colesterol más alto. 

Reduce la depresión 

Cuando dormimos, el cuerpo se relaja y eso facilita la producción de melanina y serotonina. Estas hormonas contrarrestan los efectos de las hormonas del estrés (adrenalina y cortisol) y nos ayudan a ser más felices y emocionalmente más fuertes. La falta de sueño provoca, por el contrario, una liberación aumentada y sostenida de las hormonas del estrés.


Autor: Idanny Boadas
 @Idannyboadas

 idannyboadas@gmail.com

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